Mi quehacer artístico está fundado en la pregunta incansable y obsesiva por el cuerpo. Propongo habitar el cuerpo en sus liminalidades, al desconocer los espacios totales que generan fronteras discursivas para poder reconocer nuestro ser y hacer como un eterno transitar entre las formas socioculturales. A través de la movilidad e inmovilidad indago en las condiciones de contacto entre el cuerpo y las materialidades, así como el contacto de otros cuerpos. Me sitúo en el cuerpo como territorio de investigación y concibo el contacto como metodología. La búsqueda en el contacto pone al tacto como sentido primigenio, como una herramienta para reconocer y reconocerse en el mundo. Antes que la vista, el tacto. Navego en: la performance, la escultura, escritura, el video-archivo y algunas veces apuntes fotográficos, para abordar la experiencia sociocultural del cuerpo y su afectividad en la interocepción, propiocepción y lo perceptivo-motriz. Indago también en otros temas como el desarraigo, la intimidad, el entrañamiento y el deseo.

Concibo la virtualidad como la virtud de hacer presencia, evocando lo corpóreo en representaciones semióticas.  Las presencias y ausencias del cuerpo. Lo virtual es en esencia liminal; el rastro de nuestro tránsito desprendido por el cuerpo es también cuerpo: son los cuerpos del cuerpo, los cuerpos en cuerpo. No hay un cuerpo total con fronteras delimitadas por una piel.